lunes, 30 de julio de 2012

España necesita otro presidente


No esperaba llegar a decirlo pero esta es la pura verdad. España necesita un nuevo Presidente de Gobierno porque el actual, ha sido cercado, acorralado, sitiado, rodeado estrechamente por una casposa progresía, estúpida e ingenuamente apoyada por esa inmensa cantidad de ganado bovino y lanar en la que se ha convertido la sociedad española.
Denegado el permiso al trabajo libre. ¡Porque lo digo yo!

Los actuales moradores del suelo autonómico, antes llamado España, con esa ignorancia adquirida durante los treinta y cinco años de glorioso reinado democrático, debida en gran parte a una educación narcotizante y  perfectamente planificada, reaccionan de la forma que se había previsto, y como manada de toros bravos, van provocando "estampidas" por las calles, corneándose entre sí algunas veces, y rompiendo mobiliario público que entre todos han pagado mediante sus impuestos.

Arrasan sus jardines, pero cultivan los del sindicato
La población española, aun no se ha dado cuenta que no puede comportarse como el resto de las naciones de nuestro entorno. Siempre ha tenido alguien que le indicase lo que tenía que hacer, pensar y creer en cada momento, debido a lo cual, no todos estaban de acuerdo ni aceptaban compartir conjuntamente las directrices asignadas, mostrando entonces con toda su crudeza el gran pecado nacional, la envidia, acompañada muchísimas veces por el rencor. Como resultado a todo esto, nunca faltaban pronunciamientos, atentados, golpes de estado, revoluciones, guerras civiles, etc., todo lo cual, y como siempre, terminaba con la fuerza y la represión impuesta por un soberano, dictador o caudillo.

El último invento español (por ahora)
Las dos veces que España ha querido convertirse en República, ilusionada su población por una independencia y un "gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo" la cosa ha terminado mal. ¿Porqué?; sencillamente porque el español en general, no acepta que nadie esté por encima de él, tanto en  poder, dinero, educación, inteligencia, etc. siempre convencido de ser el único portador de la razón. Esta forma de ser resulta letal en la estructura de un partido político, campo perfecto para la lucha entre sus miembros por alcanzar el escalafón más alto en su estructura y nido de desavenencias. Y aun peor cuando son varios los partidos que aspiran a gobernar. Aunque nos duela, dice un refrán con toda propiedad: "DOS ESPAÑOLES....TRES OPINIONES".

Forjadores de esperanzas
Los que se aprovechan de esas esperanzas
Hace treinta y siete años, los españoles quisimos probar otra forma de gobierno, (otra más) para que todas las opciones políticas tuviesen cabida y viviesen contentas y felices, diferente a todas las existentes, y ante el asombro del mundo recortamos el Estado y lo dividimos en diecisiete partes a las que bautizamos como autonomías, otorgándoles tanto poder que solo les faltaba disponer de Fuerzas Armadas para convertirse en 17 miniestados. El resultado del experimento lo estamos sufriendo, lo está sufriendo y padeciendo el pueblo en general con una sola excepción: la clase política. Y si hemos llegado a este punto sin que haya ocurrido lo de siempre, o sea, un levantamiento en toda regla, es porque la opción política que ha fracasado en todo el mundo, la que donde se instala crea pobreza, o sea, la izquierda formada por el comunismo y el socialismo, escarmentada por una experiencia anterior, procuró anular (apenas se le presentó la ocasión) los sectores más nacionalistas y patriotas de nuestras Fuerzas Armadas, los que hubiesen podido rebelarse ante una situación como la presente, y separó los elementos más destacados, sacándolos políticamente de sus cuarteles, procurando que no se repitiesen en el futuro los acontecimientos que provocaron la rebelión del 18 de Julio de 1936.

A partir de ese momento, y sabiéndose a salvo de cualquier contratiempo, se dedicó cambiar ante la ciudadanía la perversa y chequista imagen histórica que la acompañaba borrándola hasta de los libros de texto, y tal como el camaleón, con el traje democrático recién estrenado, pasó a servirse de la clase obrera para sus propósitos, aunque sin abandonar la propaganda que tan buenos resultados le ha dado siempre, de figurar como la gran defensora de los derechos de los desfavorecidos.

Ahora, la Izquierda muestra a los españoles, con la única excepción de sus masoquistas seguidores, la imágen que ha mostrado SIEMPRE a los obreros, como ejemplo para enervar sus sentimientos y movilizarlos; La del rico y barrigudo sujeto, con sombrero de copa, grandes collares, sortijas y relojes de oro, con el habano en la boca, explotando inmiserecorde a la clase obrera.

Pero a día de hoy, es la izquierda, con sus dirigentes y los sindicatos afines a élla, la que representa esa figura, con sus vientres obesos sus cuentas corrientes, sus fincas y apartamentos, sus sueldos millonarios, sus empleos blindados, sus retiros de ensueño, sus familiares y amigos bien colocados y pagados con largueza de por vida. Lo que resulta chistoso, y triste a la vez, es que han sido los obreros, esa muchedumbre seminarcotizada por la propaganda, la que ha mantenido durante muchísimos años en el poder a toda esa caterva de aprovechados.

Hoy, como ese poder ha pasado a otras manos, vuelve a la carga emitiendo videos, falsificando verdades ante los medios de comunicación, tratando de movilizar a una masa sin trabajo, con sus llamadas a la insumisión en las calles, provocando enfrentamientos hasta entre los mismos que gritan pidiendo justicia, y es precisamente esa Izquierda, la que ha colocado a dedo miles de empleos públicos, la que ha gastado más de lo que ingresaba con el consiguiente endeudamiento, la que ahora intenta levantar a la ciudadanía con el fin de mermar la credibilidad del gobierno, disminuyendo las posibilidades de encontrar soluciones ante el desastre heredado.

Solo como una muestra de lo falsa, engañosa y sibilina que es la Izquierda en la actualidad veamos a qué nos ha conducido: Año 2012, existen en España 455.568 políticos y cargos públicos, que de forma directa o indirecta viven de la política, todos cobrando con dinero público, dietas y sueldos asegurados, mientras la cifra de españoles sin trabajo ha llegado a los 5.615.269. De éstos 1.160.575 viven con 480 euros como ayuda de tipo asistencial hasta que se acabe el dinero público.

Todas las corbatas contentas, pero las rojas más
Y todo esto es el resultado de las políticas de esa nueva casta política, nacida al amparo de la Constitución del 77, en la que también incluyo a las huestes del actual Presidente del Gobierno, con unas cuentas corrientes sin justificar, muchas puede que a buen recaudo en paraisos fiscales, y unos ingresos saneados de por vida, una casta política que aun tiene la desfachatez de mandar sus acólitos a las calles exigiendo lo que desde hace años disfrutan en sus residencias y casas de campo, la vida que saben les falta a esos cerca de seis millones de personas y que con sus actuaciones al frente de las políticas económicas han conseguido que ahora se vean desamparadas y hambrientas. Eso ha conseguido la España, esa que con su último invento, preparó una constitución del "pueblo, con el pueblo y para el pueblo", pero que ha resultado como siempre; que políticos, banqueros y sindicatos vivan a lo grande, mientras obreros, campesinos y autónomos estén luchando por mantener vivas y alimentadas a sus familias.

Por eso pienso que nos sobran todos y nos falta UNO, pero que tenga la suficiente valentía para enfrentarse a esa casta establecida y gobernar, aunque para ello tendría que disponer del apoyo de toda la ciudadanía sin deserciones. El español quiere eso: trabajo, familia, darles un futuro a sus hijos y un buen gobernante.

Tambien rezan los socialistas
¿ Tiene ahora todo eso ?. No, no lo tiene. Lo siento por el Sr. Rajoy. Parece un buen hombre y siempre lo he apoyado, pero tendría que dar un giro de 180 grados, demostrar con hechos el poder del que dispone con su mayoría en el Parlamento y hacerlo valer cortando por lo sano todo lo que sobra: TODAS las subvenciones, TODAS las empresas públicas innecesarias, TODAS las autonomías, TODAS las embajadas autonómicas, TODOS los parlamentos autonómicos, TODAS las televisiones autonómicas, TODO el Senado y sus gastos millonarios, y un montón de cosas más.

Si el Sr. Rajoy tuviese sentido de Estado, además de ser, que lo es, buen administrador, creo que todos los españoles le agradeceríamos se asomase a la pantalla de Televisión Española y explicase a toda España el porqué no hace, o no puede hacer, lo que el sentido común indica que debiera hacerse hoy, a finales del mes de Julio de 2012.

Por mi parte, tiene todo el apoyo moral que necesite, ya que apoyo material no dispongo.

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