Sus Majestades los Reyes, en la fotografía rodeados por sus hijos y sus yernos, han recorrido un largo camino… Desde los inicios de una vida sin corona y sin 'futuro' hasta la recompensa de los nietos y de una nación por la que siempre se han sentido respaldados.
López Aguilar en su libro “ La aventura democrática” entre otras cosas dice: “ urge una relectura democrática de la monarquía parlamentaria, tan inaplazable como necesaria, que debería ser compatible con una defensa razonada de sus virtualidades y funcionalidades positivas en clave republicana”.
Yo, soy un hombre del campo. No entiendo ni sé de letras. Pero tengo una opinión y no es la de Manolo Escobar. Veo a la monarquía española otra vez en el exilio, pero esta vez, dorado, ( ahora tiene más recursos).
El alcalde de Puerto Real, José Antonio Barroso (IU), califica al Rey de "corrupto" e "hijo de un crápula" y Anasagasti se mofa de la corona diciendo “Que Juan Carlos de Borbón tome tila y pague la multa” , "Ni es demócrata, ni es inteligente, ni tiene sentido del humor". Por otra parte el candidato del psoe a Esuropa López Aguilar, quiere convertir a la Corona en republicana.
¿ Estuvo equivocado Francisco Franco al restaurar la monarquía en España ?
Con las opiniones de lumbreras como los mencionados , con los insultos a la Corona, la quema de la bandera nacional por los separatistas y con los herederos reales en la portada de un comic muy conocido dibujados en actitud poco ética. ¿ Qué respeto a la Familia Real demostramos los españoles ?. ¿ Dónde están esas manifestaciones de los políticos el 23 de Febrero, aplaudiendo a D.Juan Carlos su heróica firmeza al conseguir abortar un acto contra la “democracia” ?. ¿ Obró conscientemente D.Juan Carlos al frenar con su acción unos actos, cuya intención era acabar con unas nacientes actitudes que ahora están aflorando y pueden acabar con nuestra pacífica convivencia ?.
En fín, ¡ lo pasado, pasado !. Pero prestemos muchísima atención a un próximo futuro ; puede que nos reserve muchas sorpresas, y puede, también, que algunas no sean todo lo agradables que la mayoría quisiéramos.