jueves, 19 de febrero de 2009

La España fraccionada


Qué asco me produce escribir sobre nuestra España. Qué asco me produce leer diariamente las asquerosas noticias de todos los periódicos. Qué asco me produce escuchar los comentarios efectuados por los locutores de las radios españolas. Qué asco me produce ver las televisiones de España con sus programas repugnantes y sus reportajes dirigidos al amaestramiento de la población. ¡ Qué asco me produce todo !.

Con qué nostalgia recuerdo aquellos años 60 y 70, en los que aún se podía pronunciar la palabra “patria” sin ser tachado de “nazi” o “xenófogo”. Eran buenos años para todos. Eran años en los que el 99,99% de los españoles nos considerábamos hermanos. Se habían olvidado y habían cicatrizado por completo las heridas causadas a raiz de nuestra Guerra Civil. Todos, los de una parte y otra, nos habíamos propuesto olvidar y lo conseguimos. Lo pasado era pasado. Teníamos que mirar al futuro.

Pero Dios nos tenía reservada una prueba, una gran prueba para demostrar que merecíamos vivir en paz y hermanados. La prueba consistió en llevarse con Él al que fué artífice de esos largos años de paz. Y nos dejó elegir libremente nuestra forma de gobernarnos en el futuro. ¿ Seríamos capaces de acertar con un sistema de gobierno que nos permitiera continuar como hermanos y como españoles ?.

Pues nó, no lo conseguimos. Fué entonces cuando ese 0,01 %, que no había conseguido sacar de sus entrañas el odio acumulado por una derrota militar y moral, consideró que le había llegado su hora ; la hora de su venganza.

Y consiguió lo que parecía imposible. La muestra la tenemos en la España actual.

Basándose en la demagógica palabra “Libertad”, supo dirigir la opinión de unos españoles apolíticos y conducirla hasta unas elecciones, ganando con éllas el poder que muchos años antes había perdido, y dispuestos a cambiar por completo las normas de convivencia de todos creando una Constitución ambigua, que pudiesen usar según conviniese a sus planes.

Dividió España en diecisiete pedazos autónomos, separando de esta forma a los españoles. Después cambió el sistema educativo consiguiendo que la naciente juventud de esos años, se formase de la manera que a éllos convenía para sus planes futuros. Deformó la actitud de esa juventud con una permisividad excesiva, consiguiendo de esa forma que esa juventud fuese poco a poco perdiendo sus valores tradicionales, consiguiendo de esta forma erradicar de sus mentes el afán de superación, sin ambiciones, narcotizándola.

Esa juventud, al procrear, ha conseguido una nueva generación de jóvenes solamente preocupados por vivir la existencia de la mejor manera posible, no importándole la forma de conseguirlo, disfrutando de unos privilegios que permiten el disfrute del sexo sin mesura, de unos servicios sanitarios que les cuida después de una larga noche etílica o con exceso de droga en sus organismos. Afortunadamente, una parte de esa juventud actual, gracias a que algunos padres españoles consiguieron con mucho esfuerzo una educación chapada a la antigua, pueden mostrar con orgullo su buen hacer material y moral.

Pero siguiendo con el tema, para dividir aún más a los españoles, ese porcentaje minúsculo de resentidos abrió las puertas de España a una inmigración sin precedentes, tanto de paises islámicos como europeos y sudamericanos, causando con su presencia la desunión de culturas entre las buenas gentes que creyeron encontrar un paraiso en España. Mezclados con esos inmigrantes, se colaron verdaderas bandas de facinerosos que desde entonces, han provocado miles de altercados, asesinatos y asaltos a personas y haciendas como nunca se habían conocido en España. En los actuales momentos son una lacra que se ha instalado permanentemente y que costará muchísimo esfuerzo desarraigar, y todo esto motivado con el único propósito de destruir hasta sus cimientos nuestra Nación.

Ese 0,01 % de malnacidos, ha conseguido también que su porcentaje aumente gracias a las diecisiete pequeñas taifas . Han instalado en éllas a miles y miles de correligionarios ansiosos por vivir en la holganza, cosa que han conseguido gracias al apoyo, permisividad y beneplácito de sus señores. Por poner un ejemplo apunto que, el funcionariado en España, ha aumentado aproximadamente en un 200 % con respecto al que había en 1975, y eso contando con sistemas informáticos, cosa que entonces no existía.

Actualmente, en los puestos clave de la política española, pueden contarse, con los dedos de una mano, los políticos con una verdadera valía para gobernar España, y de éstos, no hay ninguno gobernando en la actualidad.

Por todo lo cual vuelvo al principio. Tengo asco de escribir sobre España.

domingo, 8 de febrero de 2009

No perdamos la esperanza


Me disgusta enormemente que, el único partido que puede regenerar España después de tanta mentira, despilfarro e inutilidad, comulgue, al menos en parte, con ideas que a los españoles de bien repugnan solo con oirlas pronunciar ; eutanasia, aborto, educación dirigida, etc.

Yo sé, que todos los partidarios del Partido Popular no ven con buenos ojos la peligrosa deriva que ha emprendido la cúpula dirigente de ese partido en lo concerniente a estos y otros temas. Puede que se trate de una estrategia para ganar votos disconformes de la Izquierda, pero la verdad es que, si las cosas continúan de esta manera, los votos que puedan conseguir serán muchos menos que los votos que se decidan por la abstención o su entrega inconsciente al partido semi-socialista de Rosa Díez.

Espero de todo corazón que, cuando lleguen las verdaderas elecciones en las que se decidirá el futuro de España para bastantes años, los buenos españoles, los que quieren una educación igual para sus hijos en toda la Nación, los que quieren que esa Nación viva unida sin separatismos tramontanos, los que desean que la vida sea respetada desde su concepción hasta su vejez, los que quieren confiar en sus dirigentes para que sus vidas y haciendas les sean respetadas, los que esperen su jubilación con ilusión en vez de con miedo al futuro, esos españoles digo, sepan introducir en las urnas las únicas papeletas que verdaderamente conseguirán que estos deseos se conviertan en bellas realidades.

Por ese motivo, inserto un cartel de esperanza, el cual, deseo sea profético para todos los españoles.