lunes, 14 de marzo de 2011

Fauna universitaria


¡Qué cobardes son!. Éllos mas que éllas, ya que, como siempre, se esconden tras las mujeres para que sean éstas las que les allanen el camino.

Son tan cobardes, que para sentirse poderosos insultan a los creyentes cristianos; las personas a las que su Fé enseña a perdonar a quienes les ofenden o maltratan.

Aparte de ser cobardes, son dignos hijos de los que disfrutaban torturando a sacerdotes y violando hasta matarlas a las novicias y monjas de clausura. Si, me estoy refiriendo a sucesos ocurridos en 1936-37, cuando los abuelos de los que presumen de cultura, progreso y democracia se dedicaban a matar, quemar, robar y destruir lo que durante siglos había representado el verdadero tesoro artístico y cultural de España.

Son los mismos que, amparándose en una falsa e hipócrita preocupación por el bienestar de los ciudadanos, intentan educar a la infancia con falsos valores, procurando inculcar en sus virginales cerebros el desprecio por las creencias y valores que intentan inculcarles sus progenitores, tachándolos de equivocados y caducos.

Son los mismos que, siguiendo las enseñanzas y actitudes de los fundadores de sus creencias, han conseguido que la mujer haya olvidado su verdadera identidad como creadora de vida, para convertirse en mero juguete sexual de los seguidores de esas creencias, llegando, en muchísimas ocasiones, a convertirlas en jurado, juez y verdugo de la vida confiada a su cuidado.

Pero para los cachorros de esa horda de malnacidos, resulta un gran triunfo asaltar el lugar de culto de unas personas que acuden a ese lugar rogando a Dios por sus conciudadanos, y profanarlo con sus cuerpos desnudos, ensuciando con su casposo verbo las paredes del sagrado lugar, efectuando actos denigrantes y que les dejan marcados, tanto a éllos como a éllas como lo que son: Marimachos sin atributos y busconas de carretera.

¡Que Dios les perdone!. Yo no puedo.



martes, 8 de marzo de 2011

Dos años antes del 19 de Julio de 1936

De vez en cuando, y para que las nuevas generaciones conozcan la verdadera Historia de España, conviene ilustrarles sobre los personajes que han influído en su redacción, pero sobre todo, para descubrir lo que algunos personajillos grabaron en las mentes de una juventud, que luego se dejó la vida por las tierras y montes españoles mientras sus profesores, algunos vivos aún, disfrutaban y siguen disfrutando de la buena vida como dirigentes de partidos políticos.

DECÁLOGO DEL JOVEN SOCIALISTA

1.- Los jóvenes socialistas deben acostumbrarse a las movilizaciones rápidas, formando militarmente de tres en fondo.

2.- Cada nueve (tres filas de tres) formarán una década, añadiéndole un jefe, que marchará al lado izquierdo.

3.- Hay que saludar con el brazo -vertical- y el puño cerrado, que es signo de hombría y virilidad.

4.- Es necesario manifestarse en todas partes, aprovechando todos los momentos, no despreciando ninguna ocasión. Manifestarse militarmente, para que todas nuestras actuaciones lleven por delante una atmósfera de miedo o de respeto.

5.- Cada joven socialista en el momento de la acción, debe considerarse el ombligo del mundo y obrar como si de él y solamente de él dependiera la victoria.

6.- Solamente debe ayudar a su compañero cuando éste ya no se baste a ayudarse por sí sólo.

7.- Ha de acostumbrarse a pensar que en los momentos revolucionarios la democracia interna en la organización es un estorbo. El jefe superior debe ser ciegamente obedecido, como asimismo el jefe de cada grupo.

8.- La única idea que hoy debe tener grabada el joven socialista en su cerebro es que el socialismo solamente puede imponerse por la violencia, y que aquel compañero que propugne lo contrario, que tenga todavía sueños democráticos, sea alto, sea bajo, no pasa de ser un traidor, consciente o inconscientemente.

9.- Cada día, un esfuerzo nuevo, en la creencia de que al día siguiente puede sonar la hora de la revolución.

10.- Y, sobre todo esto, armarse. Como sea, donde sea, y por los procedimientos que sean. Armarse. Consigna: ármate tú, y al concluir arma si puedes al vecino, mientras haces todo lo posible por desarmar a un enemigo.


Autor : Santiago Carrillo Solares

Fecha de publicación: 12 de febrero de 1934

Fuente: nº 130 de la revista RENOVACIÓN (de las Juventudes Socialistas)