jueves, 5 de julio de 2012

España en llamas


Hay ocasiones, en las que uno quisiera estar exento, liberado de la triste tarea de hacer comparaciones, mas que nada por aquello de que "las comparaciones son odiosas", pero sintiéndolo mucho, no tengo más remedio que hacerlas, y más, en un día como el de hoy, en el que las noticias sobre las miles de hectáreas quemadas por los incendios, se suman a las quemadas en años anteriores.

 
Fuegos por la quema de rastrojos efectuados en el campo por los campesinos, es raro que se extiendan por el monte, ya que éllos son los primeros interesados en que ésto no se produzca. Por otro lado, que nazca un foco en el monte por causa de un rayo, puede ser, pero también es muy improbable, ya que tendrían que haber caído muchos rayos para haber provocado los miles de incendios que hace años vienen ocurriendo en España. Tampoco creo, que ningún montañero o excursionista sea tan imprudente como para ir a un sitio lleno de ramas y hierba seca para prender fuego, con el fin de hacer una barbacoa o una paella. Podría suceder, pero me resulta increible. Y aquí es cuando me limito a comparar.

España ha sido de siempre un pais con poca tierra de cultivo pero con mucha serranía, la mayor parte cubierta de pinares y carrascales, y ¡cosa extraña!, durante tres largos años, estuvieron los españoles lanzándose tiros, bombas y morterazos, por el llano y por los montes, y que yo sepa, no se produjo ningún incendio que excediese el tamaño del más pequeño de los producidos estos últimos años.

Cuando finalizó la Guerra, la gente podía recorrer los montes, senderos y valles sin que nadie les indicase el sendero por el que tenían que caminar, no como ahora, que para ir de excursión te señalan donde y por donde ir. Con el paso del tiempo, muchas localidades de España celebraban fiestas en el campo con comidas cocinadas al aire libre, se encendían fuegos, y nunca, o casi nunca, se tenía que lamentar un fuego que excediese el tamaño del más pequeño de los producidos estos últimos años.

¿Qué pasa ahora?. ¿Porqué no pasó durante 45 años lo que pasa hace 30?. No me gusta comparar, pero con la "dictadura" se quemaban menos hectáreas que las quemadas durante los últimos años. ¿Es que la gente era más "verde" entonces?, ¿era más ecologista?, ¿era más cívica?. Pues la verdad es que sí; era todo eso.

Ahora mucha "educación ciudadana", muchos "monitores", mucho ecologismo de boquilla, muchas "vías verdes" para disfrutar de la bicicleta respetando el "medio ambiente", muchas camisetas con "Nucleares, no", mucho dinero para subvencionar todo esto y ¡mucho cuento, digo yo!.

La verdad es que, hace bastantes años que los fuegos provocados campan a sus anchas por nuestra tierra. La verdad es que parece haber mucho dinero a repartir entre las cenizas de nuestros montes. La verdad es que se destinan muchísimos recursos para entrenar las brigadas antifuego, vehículos de toda clase, camiones, cisternas, helicópteros, aviones, medios técnicos y humanos que la mayoría de las veces, como se ha podido comprobar en el incendio que aún humea en Valencia, sirven para lo que sirven, debido más que nada a la mala gestión de unas políticas descentralizadas y que desgraciadamente, en más ocasiones de las que serían deseables, se cobran la vida de los héroes que hacen uso de estos medios, pero que proporcionan pingues beneficios a las empresas que se dedican a fabricarlos, ya que son necesarios para la extinción de estas catástrofes ambientales.

¿Quien provoca estos fuegos?,¿a quien benefician?. Estas son las preguntas que necesita la población, pues esa gente, sobre todo la más longeva, hace comparaciones, y observa que durante muchísimos años no pasó lo que ahora está pasando, pirómanos trabajando con toda impunidad y con muy pocas probabilidades de ser detenidos, mientras docenas de propietarios intentan vender sus parcelas quemadas a precios de saldo, y las cuales puede que sean compradas con vista a futuros proyectos urbanísticos, o barajando otra posibilidad, puede que alguien se beneficie, caso de existir un mercado, para usar la madera de los troncos quemados.

Pero volvamos al principio. No me gusta comparar, pero como ya tengo suficiente edad, comparo y me entristrezco. ¡ ANTES, NO PASABA LO QUE PASA AHORA !.

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