San Jorge, Patrón de Alcoy y sus Fiestas de Moros y Cristianos
Mohammad Abu Abdallah Ben Hudzäil al Sähuir, nacido en 1208,
Vall de Alcalá, en Alicante, y muerto en Alcoy en 1276, más
conocido conocido con el sobrenombre de Al Azraq (el de los ojos
azules), fue un caudillo musulmán que vivió a mediados del siglo
XIII en la zona sur del Reino de Valencia.
Nació en Alcalá de la Jovada en 1208 aunque no todos defienden
esta fecha como la correcta. Su padre era el walí Hudzäil al
Sähuir, que murió en 1230, y su madre era cristiana.
Al Azraq era un hombre culto y astuto, logrando de esta manera la
confianza y amistad del rey Jaime I de Aragón y del rey Alfonso X el
Sabio de Castilla, consiguiendo pasar largas temporadas en las cortes
de Aragón, Valencia y Granada.
Cuando Jaime I conquistó el Reino de Valencia hizo un pacto con
Al-Azraq, cediéndole el control de fortificaciones en el territorio
de los valles de Alcalá y Gallinera. Pero Al-Azraq, viendo el
maltrato que los terratenientes tenían con los mudéjares y viendo
como se incumplían los acuerdos, protagonizó tres sublevaciones que
no dejaron indiferente a Jaime I y su reino.
La primera fué contra los moriscos en el año 1244. Por aquella
época Al-Azraq controlaba los castillos de Al-Hamra, Pego y Alcalá
de Jovada; sin nombrar otros castillos menores. Después de tres años
de enfrentamientos, fue derrotado en la ciudad de Cocentaina.
La segunda en 1248. En esta ocasión, Al-Azraq le prepara una
emboscada a Jaime I y casi termina con su vida, pero es traicionado
por su propio consejero. Diez años después, en 1258, Al-Azraq le
propone una tregua al rey mediante la ayuda de Alfonso X el Sabio,
pero Jaime la rechaza y recupera fácilmente los castillos del
caudillo musulmán derrotándolo y enviándolo al destierro.
En 1276, por causa de los frecuentes abusos de los señores
feudales castellanos, los musulmanes se habían rebelado. Llamado por
éllos, Al-Azraq vuelve del exilio para defender a los suyos. El Rey
de Granada le ayudó mandándole 250 jinetes benimerines llegados del
norte de África más 1200 soldados araeces. Además se le unieron
1800 mudéjares para ayudarle. Por su parte Alcoy estaba protegida
por 40 caballeros llegados desde Játiva (Xàtiva) que envió Jaime
I.
Pero cuando se hallaba ante los muros de Alcoy, Al-Azraq perdió
la vida en una maniobra de distracción. El ejército mudéjar al ver
morir a su comandante, recogen el cuerpo muerto y se retiran. Los
caballeros de Játiva intentan perseguirlos pero caen en una trampa
militar planeada por el hijo de Al-Azraq en el llamado "Barranc
de la Batalla". De esta forma, Alcoy queda desprotegida y su
hijo consigue tomarla. A partir de ese momento, y con el hijo de
Al-Azraq al frente del ejército, los musulmanes conquistaron más
castillos y tierras.
Poco después, y habiendo muerto Jaime I por una enfermedad el 27
de julio de 1276, su hijo Pedro heredó el trono. Pedro consigue
primero una tregua de tres meses con los musulmanes, luego somete
varios castillos y finalmente termina con la sublevación musulmana
en 1277, ordena desarmar al ejército musulmán sin que sean
castigados y en el año 1283 crea una ley que les permite la libertad
de desplazamiento y de residencia por todo el reino, así como la
libertad de comercio.
De todos estos acontecimientos, nacen las fiestas de Moros y
Cristianos que se celebran en diversas localidades, destacando por su
importancia, las de Alcoy.
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