No
pensaba gastar ni un segundo de mi tiempo, en dar publicidad a la
figura de un joven profesor de Ciencias Políticas en la Universidad
Complutense de Madrid que, para distinguirse y meter baza en la
situación de España, o como él dice, de este país, ha aprovechado
la invitación en Intereconomía TV (con mucha más audiencia que
canal 33), para dar una especie de mitin, sabiamente mezclado con la
tertulia de esta cadena, aprovechando el tema del asalto al congreso
por los perroflautas izquierdistas de su misma cuerda.
Pero
aunque solo sea por sacar a la luz la forma en la que se expresa este
profesor, uno más de la nueva hornada de profesores nacidos bajo el
paraguas de este "período de libertad y democracia", voy a comentar el método empleado por este joven, con
una rigurosa y estudiada puesta en escena fingiendo escuchar al
oponente, hablar con moderación e ir aumentando el tono al atacar lo
que él considera contrario a su ideario bàsico. Pero mejor verlo que leerlo; ruego pinchen sobre
el siguiente enlace visionar
en YouTube .
En
el video, observará ese rencor y odio dificilmente contenido, cuando
intenta justificar el irracional modo en que la gente se manifiesta,
considerando la ocupación de las calles como una cosa natural y
"democrática", tachando al gobierno actual de franquista
aunque no venga a cuento, introduciendo, con tal de desviar el tema
ante las verdades que le replica su oponente, lo muy democráticas
que han sido las elecciones venezolanas, o que su ideario pasa por
ser producto de la Revolución Francesa que les dió legitimidad, o
que fué la clase obrera la que ha conseguido las mejoras sociales, o
que el voto femenino nació en la izquierda, etc.etc., intentando de
esta forma no perder el uso de la palabra.
Y
si alguien intenta intervenir para frenar lo
que realmente es un mitin, tiene la frase preparada "yo no te he
interrumpido, déja que termine",
con lo que sigue hablando y hablando como si en vez de un programa de
tertulia televisiva estuviese dando dicho mitin en plena calle.
Este
indivíduo es lo que podríamos llamar un producto del marxismo,
reconvertido en un teórico de sus principios. Lo malo es que tiene
una cátedra en la universidad y dispone de mentes vírgenes para
poder moldearlas, de forma que aumente el número de jóvenes sin
voluntad para pensar libremente, inculcándoles la idea fija de no
admitir nunca que sus oponentes puedan poseer la verdad y la razón.
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