jueves, 10 de enero de 2013

Hay que conocer al votado

El ex presidente Felipe González, es un hombre obsesionado por el dinero y la alta sociedad. También es un hombre satisfecho, pues ha cumplido sus objetivos de hacerse rico y relacionarse casi exclusivamente con las grandes fortunas del planeta.

Uno de sus grandes amigos es Carlos Slim Helú, el hombre más rico de Hispanoamérica y la tercera fortuna del mundo, según la revista Forbes. Slim es un cincuentón mexicano de origen libanés, dueño de Telmex, uno de los imperios de telecomunicaciones del ámbito latino. González pasa alguna temporada en México en la residencia de su amigo. En marzo de 2009, se representó a sí mismo en un cónclave de magnates iberoamericanos donde no faltó su otra mitad, su amigo Carlos Slim.
Felipe González y Carlos Slim

El magnate venezolano Gustavo Cisneros, empresario al que el gobierno de Felipe González vendió Galerías Preciados tras la expropiación de Rumasa en 1984 por 1.500 millones de pesetas y la revendió a los tres años por 30.000 millones, los contribuyentes perdimos 28.500 millones en la operación.

Pero a raiz de esta operación, nació una bonita amistad que aún perdura entre el expresidente González y Cisneros, tanto, que el Sr. González conoce a la perfección el palacio que la poderosa familia colombiana de Santo Domingo tiene en la isla de Barú.

Al Sr. González, le gusta vestir en España como un pensionista que no llega a fin de mes, pero tiene en Tánger una exclusiva finca con playa privada contigua a la del rey Mohamed VI, y la tiene por concesión afectiva del sátrapa magrebí hacia su persona, ya que el sevillano mantuvo una relación envidiable con su padre, relación facilitada por la intermediación del rey Juan Carlos I, pero sobre todo, por la lluvia de miles de millones de dinero público que, en la forma de créditos para la compra de material militar español, dejó caer España sobre Marruecos cuando Felipe González mandaba.
Slim, González y el monarca marroquí

El rey Juan Carlos y Felipe González se apoyaron continuamente en los años ochenta y noventa ayudándose en la consecución de sus objetivos, facilitando siempre el uno la labor del otro. También colaboraron en tareas de Estado y de Gobierno. De tanto tratar con grandes fortunas internacionales, a Felipe se le han pegado sus costumbres.

Felipe es hoy el único dinosaurio de la política capaz de, en menos de 24 horas, pasar de ser besuqueado por amas de casa y receptores PER en los feudos del PSOE, en la Andalucía rural más castigada por el paro y la corrupción de su partido, a bailar en la República Dominicana bachata con una multimillonaria en un palacio próximo a la mansión de Carmen Chacón bajo la mirada de Óscar de la Renta. 

Entre grandes billonarios, es donde se encuentra realmente cómodo el Sr. González, expresidente del Gobierno de España, y no con la gente humilde, a la que siempre despreció, la que en su ignorancia, le aclama en los mítines como una estrella del rock.

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