El
ex presidente Felipe González, es un hombre obsesionado por el
dinero y la alta sociedad. También es un hombre satisfecho, pues ha
cumplido sus objetivos de hacerse rico y relacionarse casi
exclusivamente con las grandes fortunas del planeta.
Uno
de sus grandes amigos es Carlos Slim Helú, el hombre
más rico de Hispanoamérica y la tercera fortuna del mundo, según
la revista Forbes. Slim es un cincuentón mexicano de origen libanés,
dueño de Telmex, uno de los imperios de telecomunicaciones del
ámbito latino. González pasa alguna temporada en México en la
residencia de su amigo. En marzo de 2009, se representó a sí mismo
en un cónclave de magnates iberoamericanos donde no faltó su otra
mitad, su amigo Carlos Slim.
Felipe González y Carlos Slim |
El
magnate venezolano Gustavo Cisneros, empresario al que el gobierno
de Felipe González vendió Galerías Preciados tras la
expropiación de Rumasa en 1984 por 1.500 millones de pesetas y la
revendió a los tres años por 30.000 millones, los contribuyentes
perdimos 28.500 millones en la operación.
Pero
a raiz de esta operación, nació una bonita amistad que aún perdura
entre el expresidente González y Cisneros, tanto, que el Sr.
González conoce a la perfección el palacio que la poderosa familia
colombiana de Santo Domingo tiene en la isla de Barú.
Al
Sr. González, le gusta vestir en España como un pensionista que no
llega a fin de mes, pero tiene en Tánger una exclusiva finca con
playa privada contigua a la del rey Mohamed VI, y la tiene
por concesión afectiva del sátrapa magrebí hacia su persona, ya
que el sevillano mantuvo una relación envidiable con su padre,
relación facilitada por la intermediación
del rey Juan Carlos I, pero sobre todo, por la lluvia de
miles de millones de dinero público que, en la forma de créditos
para la compra de material militar español, dejó caer España sobre
Marruecos cuando Felipe González mandaba.
Slim, González y el monarca marroquí |
El
rey Juan Carlos y Felipe González se apoyaron continuamente en los
años ochenta y noventa ayudándose en la consecución de sus
objetivos, facilitando siempre el uno la labor del otro. También
colaboraron en tareas de Estado y de Gobierno. De tanto tratar con
grandes fortunas internacionales, a Felipe se le han pegado sus
costumbres.
Entre
grandes billonarios, es donde se encuentra realmente cómodo el Sr.
González, expresidente del Gobierno de España, y no con la gente
humilde, a la que siempre despreció, la que en su ignorancia, le
aclama en los mítines como una estrella del rock.
No hay comentarios:
Publicar un comentario