Lo
que voy a escribir, lo escribo con mucho dolor. Teóricamente se me
puede llamar católico ya que fuí bautizado en el seno de la Iglesia
Catolica, pero cada día que pasa, mis pensamientos chocan con lo que
debiera ser y sentir un verdadero cristiano.
Conforme
pasa el tiempo, y para mí ha pasado mucho, me doy cuenta que si
verdaderamente las religiones sirviesen de algo, además de servir
como freno a la natural ferocidad y maldad humana, y fuese real la
existencia de un Dios creador preocupado por premiar a los buenos
castigando a los malos, no me puedo explicar como castiga a millones
de niños condenándolos a sufrir con rigor, enfermedades, hambrunas
y muertes, por el simple hecho de haber nacido en zonas gobernadas
por verdaderos detritus de la sociedad.
Esas
imágenes que, esperando concienciar las mentes de los más
favorecidos, nos muestran por televisión, colocando ante nuestros
ojos niños hambrientos, con sus caritas llenas de gruesas moscas,
rostros asustados ante las cámaras que sirven para mostrarnos sus
desdichas, sin techo, sin comida, sin agua, sin medicinas que calmen
sus dolores, sin nada. ¿Esperan conseguir con esas imágenes que
creamos en un Dios de bondad?.
Para
justificar las desventuras humanas, los sufrimientos, guerras,
enfermedades, etc. siempre nos han vendido que eran pruebas por las
que Dios probaba nuestra Fé.
¿Que
prueba de Fé tienen que demostrar esos millones de infantes, para
que su cortísima vida no siga siendo un infierno en la tierra con el
trágico final de una muerte prematura?.
Si
un padre y una madre están dispuestos a dar su vida por salvar la de
un hijo, actitud que vemos hasta en las peores fieras y alimañas
cuando defienden sus camadas de los depredadores, ¿como puede
consentir Dios, que la camada humana, sin apenas haber puesto el pié
sobre el polvo del camino, sea condenada a la muerte, pasando antes
por los dolores del hambre y la enfermedad?. ¿Qué maldad ha
cometido si apenas lleva como mucho cuatro años sobre la faz de la
tierra?.
Estamos
rodeados de políticos, religiosos y financieros demagogos. Son los
que nos piden una ayuda para esas gentes que mueren de hambre, son
los que nos piden solidaridad con nuestros semejantes desfavorecidos,
pero ELLOS, los que predican y nos piden todo esto, mantinen a buen
recaudo sus mansiones, sus piscinas, sus yates, sus cuentas
corrientes y su propio sistema de salud.
¿Porqué,
si existe Dios, permite que estas cosas estén pasando desde el
principio de los tiempos?. La respuesta creo que es muy simple;
pensemos un poco.
Desde
las cavernas hasta nuestros días, todos los males provocados por los
desastres naturales a los que no se les podía dar una lógica
explicación, quedaban solventados achacándolos al dios o los
dioses, como castigos divinos por el mal comportamiento del pueblo.
Y
como siempre han existido entre los humanos unos, que han sido más
inteligentes que los otros, aprovecharon la credulidad y el miedo de
sus semejantes, adjudicándose en exclusiva la interpretación de
dichos fenómenos, convirtiéndose en verdaderos centros de poder, y
creando una casta que ha permanecido inalterable hasta nuestros días.
La
diferencia con el pasado es, que al banquete se han sumado dos nuevos
comensales: Políticos y Financieros, logrando entre los tres que la
población mundial sea un rebaño callado, obediente y miedoso, al
que manejan con libre albedrío esos tres poderes.
Por
eso, con mucha pena y mucha rabia, tengo la absoluta y firme
seguridad de que esos millones de niños que mueren de hambre, que
son esclavizados a temprana edad si no han muerto antes, esos a los
que les falta lo más necesario para vivir, seguirán llenando unas
pequeñas fosas, repartidas por toda la faz de la tierra, para mayor
vergüenza y gloria de las élites que demagógicamente piden la PAZ
para el mundo.
Y
me vuelvo a preguntar; ¿existe Dios?.
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