España
paga 500 dólares a inmigrantes que esperan en Marruecos para que
regresen a sus casas, mientras tanto, al contribuyente español
fastidiándole la vida con tanto abuso de impuestos, subiéndoles la
contribución, irpf, subiendo las cuotas al trabajador autónomo,
etc….y si además eres treintañero con carrera y estas en paro, no
te ayudan en nada; al contrario, te hacen pagar los medicamentos como
si trabajaras.
Los
negritos y moritos, entran por la ventana y salen por la puerta con
500 dólares. Así cualquiera; eso sí que se llama efecto llamada. Y
con nuestros impuestos. Despues , una familia española que tiene
problemas con familiares enfermos o cualquier otra vicisitud, tiene
que mendigar en los espacios televisivos, para que les puedan ayudar
con las limosnas de las personas particulares que hacen aportaciones.
No
hace mucho, sin ir más lejos, una patera fue localizada por la
Guardia Civil a unas 7 millas al sur de Maspalomas, en el término
municipal de San Bartolomé de Tirajana. En ella viajaban once
subsaharianos, incluidas dos mujeres y un supuesto menor, así como
otros once inmigrantes irregulares magrebíes, entre ellos cinco
menores.
Yo
no sé si nuestra Fé, la que nos pide dar de comer al hambriento,
beber al sediento, posada al peregrino, también tenga que exigirnos
que nos insulten, apaleen, asesinen, además de ofrecer la mejilla
para que nos la hinchen a tortazos.
Me
parece que hemos llegado al límite. Ya está bién que nos tomen por
imbéciles, estúpidos, memos y cobardes. Hasta Jesús tuvo que tomar
el látigo para sacar del templo a los mercaderes y que yo sepa, no
era un cobarde. Lo demostró con creces en el monte Calvario mientras
perdonaba a sus asesinos.
Por
todo lo dicho, la cuestión de los inmigrantes debe ser resuelta por
toda la Unión Europea, y en especial por el reino de Marruecos. El
dinero que nos cueste mantener, alimentar o devolver a los
inmigrantes, debe reembolsárnoslo Mohamed VI de Marruecos, el
amiguete de nuestro Juan Carlos I de España, y no que lo tengamos
que pagar todos los españoles a través de los impuestos.
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