Intento,
con todas las fuerzas de mi voluntad, continuar creyendo que no me
equivoqué votando al Partido Popular, ya que era tan grande el
desastre económico, cultural y moral de España que, oyendo los
argumentos del Sr.Rajoy, una persona medianamente equilibrada no
viese en el Partido que este señor representaba, la solución a
plazo medio del problema español.
Crédulo
de mí. Esperaba que desapareciesen todas las subvenciones a
organismos e instituciones improductivas, así como a sindicatos y
partidos políticos. También esperaba que se redujesen a la tercera
parte los funcionarios estatales, y en el colmo de mi credulidad,
esperaba ver desaparecer la base de nuestras desgracias, o sea, las
autonomías.
Pero
como el socialismo es un ente vil y despreciable, aparte de mentiroso
compulsivo, se fué, dejando un agujero incontrolado y oculto de
miles de millones de euros, al que tendremos que hacer frente todos
nosotros y el actual gobierno, cosa con la que éste no contaba.


Éstas y centenares de preguntas más, son las que me hacen dudar cada día de que pueda el Sr. Rajoy salir triunfante de su empresa.
Por
eso le pido desde mi humilde opinión, que sin miedo a ser tratado de
radical, demuestre de una vez lo que un gallego puede hacer si un
pueblo se lo pide, ahora puede hacerlo desde un Parlamento y sin
llegar a mayores. Acuérdese del gallego que triunfó sobre el
comunismo, gobernó durante 40 años y dejó una España dispuesta a
transmitir valores. Lo malo fué que olvidó al que no perdona: El
Socialismo.
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