Gemma
Galdon, profesora en la Universidad de Barcelona, y que según sus propias palabras es republicana, el 17 de abril
2013, en el programa Queremos Opinar, demostró hasta qué punto
puede llegar su odio visceral por todo aquel que no coincida con sus
ideas políticas.
Hace
unos meses, ciñendose la bandera republicana el Día de la
Hispanidad rechazó los servicios gratuitos que Canal Catalá ponía a su
servicio para trasladarse en coche al plató. ¿Motivo? Ella misma lo describe en este 'tweet' : "El chófer de
Canal Català lleva bandera española en el coche con el que me
recoge. Me niego a subir y me quedo en casa".
Y
a continuación, explica la razón: "No
tengo clara la independencia, pero la rojigualda me pone los pelos de
punta. Tenemos las cunetas y exilio lleno de vidas destrozadas en su
nombre".
Haciendo
gala de un desconocimiento calculado, pues no creo que ignore lo
ocurrido en la II República, podría estar mejor informada de que,
debido a los actos de verdadera barbarie, los cuales fueron
realizados por republicanos como élla, todos encaminados a
conseguir la instalación en España de un régimen comunista, (cosa
demostrada hasta la saciedad y fuera de toda duda), parte del
Ejército tuvo que rebelarse contra un Gobierno aupado al poder en
1931 falseando unas elecciones MUNICIPALES que habían perdido.
Esa
rebelión militar de 1936, no fué UN GOLPE DE ESTADO como dijo Ud.
en TV, fué la respuesta de media España ante las destrucciones, los
asaltos y las violaciones, que diariamente se producían en las
calles de los pueblos de España.
Lo
que sí fué un verdadero GOLPE DE ESTADO fué lo que intentó el
socialismo en Octubre del año 1934 declarando una revolución en
toda España, intento que fracasó en todas partes menos en Asturias.
Esta acción socialista, (cuando gobernaba un partido político de
derechas, ¡qué casualidad!), se saldó entre unas 1500 a 2000
muertes, entre éllas la de 34 sacerdotes.
Y
para que no le quede ninguna duda a la "compañera" Gemma Galdon de las intenciones
revolucionarias de la II República, a la que tanto adora, voy a
apuntar lo que les decía el individuo acusado de cobarde por sus
propios compañeros, Belarmino Tomás, a los obreros y mineros en
Asturias antes de sacar la bandera blanca en señal de rendición:
¡
Camaradas !, ¡ Soldados rojos !
Delante de vosotros, convencidos de que hemos sido fieles
a la confianza que depositasteis en nosotros, venimos a hablaros de
la triste situación a la que se ve reducido nuestro
glorioso movimiento de insurrección. Hemos de confesar
nuestras conversaciones de paz con el general del Ejército enemigo
(se refería al Ejército Español). Pero hemos sido
derrotados solo por un tiempo. Todo lo que podemos decir es que en el
resto de las provincias de España, los trabajadores no han sabido
cumplir con su deber y no nos han ayudado. A causa de ello, el
gobierno ha podido dominar la insurrección de Asturias. Además,
aunque disponemos de fusiles, ametralladoras y cañones, carecemos de
munición. Todo cuanto podemos hacer es concertar la paz. Pero esto
no significa que abandonemos la lucha de clases. Nuestra
rendición de hoy no será más que un alto en el camino, que
nos servirá para corregir
nuestros errores y para
prepararnos para la próxima batalla, que habrá de terminar con la
victoria final de los explotados.
Así
es que, si alguna vez imparte clase de Historia de España a sus
alumnos (cosa que no creo que ocurra, porque odiando la bandera
nacional odia a la Nación que la respeta ,o sea, España), le ruego
les cuente la verdad, digo bién, LA VERDAD, y se deje en casa ese
odio hacia todo lo español que la corroe por dentro y que conforme
pasen los años puede que se convierta en un cancer maligno, cosa que
no le deseo, pues a mí, y tengo 79 años, mis padres me educaron de
otra manera.
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