lunes, 24 de septiembre de 2012

¿ Repetimos la Historia ?

El día 5 de octubre, se inició una “huelga general revolucionaria” promovida por la Izquierda, en especial por Francisco Largo Caballero, presidente del PSOE y secretario general de la UGT, además de ser el líder las Juventudes Socialistas.
Un día después, el 6 de Octubre de 1934, bajo un Gobierno español elegido en las urnas, en Barcelona se iban repartiendo por las calles unos panfletos donde podía leerse lo siguiente:

República Catalana
Pueblo catalán: en estos momentos propicios, en estos instantes de exaltación, una vacilación constituiría un acto de cobardía que, cualquiera que fuese el autor, Cataluña no perdonaría nunca. El pueblo está a punto. Las formaciones están movilizadas para lanzarse a la lucha tan pronto como suene la orden de acción. ¡Fuego al que pretenda cerrar el paso! ¡Nacionalistas!; si ahora no proclamamos la independencia de Cataluña, es porque no queremos. Que escuchen nuestras autoridades este llamamiento que sale del fondo del alma: obreros, intelectuales, idealistas en los que palpita un anhelo de libertad. ¡A las armas por la República Catalana!

Al mismo tiempo, la "Alianza Obrera", un grupo formado por "escamots" pelotones de indivíduos creados por Miguel Badía,(futuros milicianos del ejército revolucionario y secesionista), socialistas catalanistas, elementos del Centro Autonomista de Dependientes del Comercio y de la Industria y comunistas-trostkystas del grupo de Andrés Nin, fueron los que se encargaron de conducir la agitación social. Una de sus primeras acciones fué la de incautarse de Fomento del Trabajo Nacional en la Puerta del Ángel, instalando allí su Cuartel General, para a continuación redactar y dar publicidad a una proclama que colocaron en los sitios más céntricos de Barcelona. Decía así:
El movimiento insurreccional del proletariado español contra el golpe de Estado cedista ha adquirido una extensión y una intensidad extraordinaria. Jamás se ha conocido en España alzamiento de tanta magnitud… Las noticias recibidas de todo el país no pueden ser más optimistas y alentadoras. Es necesario en estas horas críticas una acción decidida y enérgica. En este sentido la proclamación de la república catalana tendrá sin duda una influencia enorme, provocará el entusiasmo de las masas trabajadoras de todo el país e impulsará vigorosamente su espíritu combativo. Pero no se puede perder el tiempo. Es hoy cuando hay que proclamar la república catalana. Mañana podría ser tarde. Conviene que las masas populares lo tengan presente y cumplan con su deber. ¡Viva la huelga general revolucionaria! ¡Viva la República catalana!

Hoy, en el año 2012, con una España cuarteada en 17 autonomías, bajo una espantosa crisis provocada por el endeudamiento que un socialismo desenfrenado provocó, con seis millones de españoles sin trabajo, con miles de familias a las que los bancos les reclaman los créditos hipotecarios deshauciándolas, con una falta de valores en la sociedad y una elevada tasa de corrupción entre la clase política, se dan las condiciones para que algo parecido a lo ocurrido en 1934 vuelva a ocurrir.

Sería muy conveniente que lo que se está gestando, tanto el Gobierno como las fuerzas encargadas de mantener la unidad de España trataran de evitar. España puede funcionar perfectamente con un solo gobierno, tal y como siempre ha funcionado. Los separatistas, si quieren continuar con sus actos, deben ser conscientes que el resultado les puede acarrear la carcel por alta traición. La Constitución puede reformarse volviendo a unir lo que se dividió, pues todos estamos viendo el mal resultado que ha producido tratar de dividir lo indivisible.

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