El
socialismo español, conocido por las siglas PSOE, o sea, Partido
Socialista Obrero Español, ha demostrado estos últimos días,
aunque hace muchos años que lo había demostrado, que la E de
español sobraba en su denominación. El
intento de secesión de los territorios catalanes y vascos lo han
puesto al descubierto. Prefieren la independencia a ser llamados
españoles. ¡ Fuera pues la E de su logotipo !.
El
caso es que, gracias a su sindicato filial, la UGT,(Unión General de
Trabajadores), con sus silencios, inhibiciones y comisiones recibidas
por las regulaciones de empleo habidas durante los últimos años,
consecuencia entre otras del escandaloso número de obreros en paro,
5.300.000 según las últimas cifras, le hacen acreedor de que se le
suprima la O de obrero, con lo que queda lo que és realmente;
un Partido Socialista afincado en España.
¿Y
a quién sirve el partido socialista de cualquier nación?, pues
sencillamente al interés supremo de la Internacional Socialista, la
cual siempre está dispuesta a ponerse al sevicio del mejor postor,
en el presente caso, a los que intentan por todos los medios la
desmembración y desaparición de la milenaria nación española. El
socialismo, lleva en sus genes como un tatuaje, la mentira y el
revanchismo. Estos dos conceptos, los ha venido empleando desde que
en España se instauró una Democracia descafeinada, en cuya
Constitución, ya procuró que la Unidad Española se diluyese en 17
Autonomías, aunque lo que se pretendió, y que vemos ahora
palpablemente, fué crear unos mini-estados a los que solo les falta
un ejército para que sean completos.
El
Socialismo, aparentemente ofrecerá su colaboración para que España
se recupere (recuperación que no sería necesaria si ese Socialismo
no hubiese derrochado y malversado los caudales públicos durante
largos años), pero la verdad viene demostrada por la fábula de "La
rana y el escorpión". Dice así:
Para
poder cruzar un río, el escorpión le pidió a la rana que lo
llevase sobre su espalda, a lo que respondió ésta diciendo que
podría ser picada por el escorpión. Éste le prometió que no la
picaría, pero cuando estaban a mitad del río la rana sintió la
picadura del escorpión. ¿Porqué me has picado a pesar de tu
promesa y más viendo que nos vamos a ahogar juntos?. A lo que
respondió el escorpión... ¡No lo puedo evitar, es mi naturaleza,
lo llevo en mis genes!.
Y
JUNTOS FUERON A PARAR AL FONDO DEL RÍO.
Hace
35 años, tendríamos que haber pensado las consecuencias de llevar
sobre nuestras espaldas a los que buscaban la revancha sobre su
fracasado gobierno hace 76 años. Ahora será muy difícil quitarnos
el veneno que nos han inyectado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario