Para protestar por la "brutal violencia empleada por los Cuerpos de Seguridad" en las manifestaciones estudiantiles de Valencia, la Izquierda, mayoritariamente del partido socialista y su primo el partido comunista, han sacado su ganado a la calle exactamente igual que hicieron aquel infausto día del 11 de marzo de 2004, cuando aún no habíanse enfriado los cadáveres de la masacre terrorista.
Ese día se produjo un golpe de Estado. Cada día estoy más convencido de ello. Sin la masacre del 11-M, ¿tendríamos en el 2012 la España que tenemos? No sabemos quien lo perpetró, pero sí a quién aprovechó.
Aquella vez les dió tan buen resultado que, ni cortos ni perezosos, han decidido probar la estrategia una vez más, soltando sus becerros cornilargos a mugir como en aquella terrible fecha y exactamente en los mismos lugares, precisamente por quedar muy pocos días para las elecciones andaluzas. Veamos:
En Oviedo, cerca de 500 personas han protestado frente a la sede del PP.
En Sevilla, más de mil "estudiantes" se han manifestado frente a la sede del PP andaluz .
En Córdoba, más de 400 personas se han concentrado frente a la Subdelegación del Gobierno y han finalizado su concentración ante la sede del PP.
En Granada, unas 500 personas se han concentrado sin incidentes frente a la Subdelegación del Gobierno, donde han leído un manifiesto.
En Almería, se han congregado cerca de un centenar de personas entre "estudiantes", "profesores" y representantes de PSOE e IU.
En Cádiz un centenar de personas se han concentrado ante la sede del PP.
Todo, exactamente igual o muy parecido a lo ocurrido el día 12 de marzo de 2004, con Rubalcaba arengando desde la televisión acusando al PP de mentiroso y las movilizaciones ante sedes del Partido Popular. Han pasado 8 años y ha gobernado el Socialismo, con los resultados comprobables que podemos observar . Así es que, repito:
Sin la masacre del 11-M, ¿tendríamos en el 2012 la España que tenemos?
En fín; no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que aquel que no quiere oir. Lo dejo a la sensata reflexión del que me lea.
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