Con motivo de las fiestas navideñas, están apareciendo por las pantallas de TV unos spots publicitarios, promovidos por el “Gobierno de España”, para concienciar a los conductores de vehículos a motor en la idea de tener máxima precaución y respeto a las leyes de la circulación, con el fin de evitar muertos y heridos en las carreteras durante las mencionadas fiestas .
Esta campaña sería muy loable si, aparte de servir como excusa para aumentar de forma inverosímil los controles de alcoholemia, para así recaudar unos ingresos extra al Estado, sirviese realmente para conseguir el fin primordial del spot: preservar la vida de los ciudadanos.
La verdad es que no es así. Durante el año 2007, para mayor gloria del “Gobierno de España”, 112.138 ( ciento doce mil ciento treinta y ocho) ciudadanos españoles en potencia, fueron vilmente asesinados, destrozados y salvajemente triturados en unos recintos a los que no se les pasa el examen de alcoholemia. Los conductores encargados de dichos centros, vieron recompensados sus crímenes con suculentos honorarios, y no con la carcel, como debería haber sido a pesar de no estar ebrios.
Como habrán comprendido los lectores, me estoy refiriendo a los abortos. Y volviendo a los datos, de los 112.138 abortos, casi 98.000 se hicieron en clínicas de pago. ¿Cuánto dinero se ha ganado con la muerte? .98.000 abortos son no menos de 300 millones de euros brutos, o sea poco más o menos 150 millones de euros de ganancia neta para los abortorios. Además, eso es sólo la punta del iceberg, porque casi todos los abortorios están en clínicas "ginecológicas" que promueven y practican la anticoncepción en masa, y la fecundación in vitro con abortos selectivos. Los abortos son para estas "clínicas" parte importante de sus ganancias y de su actividad, pero quizás no llegue al 75% de la misma.
Este dinero mueve la política, y la política está formada por ideas.¿ Porqué la llamada oposición, la cual creemos que defiende las ideas de la vida en todas sus formas, no se opone a este magnicidio infantil ?.
Todo lo que está pasando en España es una vergüenza. Hipócritamente nuestro gobierno nos vende su preocupación por preservarnos la vida en las carreteras, pero oculta sibilinamente que, por otro lado, está realmente pagando que otros españoles, aun formándose en el seno de sus madres, sean asesinados.
Estos ciudadanos asesinados, puede que hubiesen sido, de no ser por las ideas “progresistas” de este abominable gobierno, los que dentro de algunos años, se hubiesen encargado de abonar las jubilaciones a las madres y padres que ahora los están destrozando y que cuando llegue esa hora en la que los viejos necesitan de la juventud, se acordarán de esa juventud que mutuamente decidieron enterrar en el cubo de la basura.
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