domingo, 13 de julio de 2008

¿ Amemos o Armemos a Marruecos ?

Hace exactamente 16 días, el Consejo de Ministros acordó hoy autorizar la cesión a Marruecos, por el precio simbólico de un euro, de seis torpedos ligeros MK-46, clase 2, destinados a la Marina Real marroquí, donación que permitirá, a juicio del Ejecutivo, ahorrar en gastos de desmilitarización de los proyectiles y mejorar las relaciones con el Reino alauí. “La cesión será beneficiosa para la Armada Española por el ahorro del gasto de desmilitarización de los torpedos y ayudará igualmente a mejorar las relaciones bilaterales con el Reino de Marruecos”, afirmó el Gobierno, en la referencia informativa posterior al Consejo.
El Ejecutivo indicó que la donación cuenta con el informe favorable del jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Sebastián Zaragoza Soto. Los torpedos cedidos se encontraban en la Marina española “en proceso de baja definitiva para el servicio” al tratarse de uno de los modelos más antiguos del MK-46, del que actualmente se utilizan varias versiones de la clase 5.
Según datos de la Revista Naval recogidos por Europa Press, el MK46 es un torpedo ligero desarrollado para la Marina de Estados Unidos en 1966 con el objetivo de dotar a su flota de capacidad para atacar submarinos de altas prestaciones navegando a profundidad. Este proyectil, en servicio en la mayoría de las Marinas de los países miembro de la OTAN, puede ser usado desde buques de escolta de superficie, helicópteros antisubmarinos o aviones patrulleros, ( tal como figura en la foto adjunta, aunque hoy el avión sería mucho más moderno ) en lanzamiento frenado por paracaídas.

El torpedo MK46 está dotado de una cabeza de guerra compuesta por 44 Kilogramos de explosivo de alta potencia PBXN-103 e incorpora un sistema de propulsión basado en un motor térmico mono-propelente (combustible Otto II). Puede ser guiado por una cabeza buscadora acústica activa o pasiva y sigue una trayectoria sinuosa que pasa a ser helicoidal antes de blocar el objetivo.


El pasado 18 de enero, el Consejo de Ministros autorizó otra cesión por precio simbólico de material de guerra al Reino de Marruecos, en concreto ocho juegos de lanzadores de bombas de aviación destinados a la Fuerza Aérea marroquí por un euro.

El acuerdo, encuadrado entonces por el Ejecutivo español en el objetivo de “fortalecer la especial relación de hermandad existente” entre los Fuerzas Armadas de ambos países, estableció la cesión de un material –no identificado con la marca y modelo concreto en la referencia del Consejo– valorado en 86.848 euros y ya sustituido en el Ejército del Aire español por sistemas más modernos.“El acuerdo se enmarca en el contexto de colaboración entre ambos países y tiene por objeto fortalecer la especial relación de hermandad existente entre las Fuerzas Armadas de España y Marruecos”, señaló el Ejecutivo.
Fuentes conocedoras de la cesión aseguraron en aquella fecha que el sistema era el CLB-30 (Lanzador de Bombas Rompedoras 30), un juego de lanzador de bombas de caída libre con el que se equipan cazabombarderos como el Mirage F1 y el Northrop F5.

Expertos en armamento consultados explicaron que el juego de lanzadores sería incorporado con toda probabilidad a la flota de cazabombarderos Mirage F1 de la Fuerza Aérea marroquí, toda vez que los cazas F5 están ya en su última fase de vida operativa.

Estos equipos sirven para utilizar bombas de caída libre como el modelo MK-82, uno de los más extendidos en todo el mundo, con 250 kilos de peso, destacado por su bajo coste económico y por su efectividad para misiones de demolición. El Ejército del Aire español está dotado de este sistema de bombas fragmentarias de caída libre para equipar algunos de sus mejores cazabombarderos, como los Mirage F-1, el reactor más veloz de la Fuerza Aérea, y en los Northrop F5, el caza de instrucción.

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