La ARMH considera incomprensible que una democracia siga renovando un reconocimiento “creado en honor de quienes destruyeron y secuestraron la democracia en este país durante cuarenta años”. En contraste, la asociación censura que las personas que no se sublevaron o combatieron para defender la democracia “se encuentren todavía en fosas comunes y sus descendientes no hayan recibido la más mínima reparación por parte del Estado”.
Asimismo, ha recordado que la dictadura franquista otorgó otros títulos nobiliarios como el de Conde de Labajos a Onésimo Redondo; la unión de la Grandeza de España al título de Marqués de Dávila al general Fidel Dávila o el de Marqués de Queipo de Llano al general Queipo de Llano.
¡¡ Bravo !!. Estoy de acuerdo con todo lo que esta “asociación” dice, pero quiero que, en el conjunto de reclamaciones para anular los títulos concedidos entre los años 1939 y 1975, también se incluya, con carácter peyorativo, la anulación del título de Rey a D. Juan Carlos de Borbón, título que graciosamente le fué restituído al heredero de la Corona de España, después de haber sido declarada por la II República, fuera de la Ley . Veamos:
Condena al rey Alfonso XIII y a sus descendientes
Reproducimos la condena a Alfonso XIII dictada por las Cortes Constituyentes de la República el 19 de noviembre de 1931, antes incluso de que se aprobase la Constitución y que, hasta la guerra civil, pendió sobre la persona del rey derrocado y de su familia. Esta resolución fue derogada por el general Francisco Franco en 1938. Gracias a éste, los Borbones recobraron sus derechos civiles y políticos en España hasta el punto de que el Generalísimo escogió como sucesor a título de rey al nieto mayor de Alfonso XIII.
“Las Cortes Constituyentes declaran culpable de alta traición, como fórmula jurídica que resume todos los delitos del acta acusatoria, al que fue rey de España, quien, ejercitando los Poderes de su Magistratura contra la Constitución del Estado, ha cometido la más criminal violación del orden jurídico del país; en su consecuencia, el Tribunal soberano de la nación declara solemnemente fuera de la ley a don Alfonso de Borbón Habsburgo-Lorena; privado de la paz pública, cualquier ciudadano español podrá aprehender su persona si penetrase en territorio nacional. Don Alfonso de Borbón será degradado de todas las dignidades, honores y títulos, que no podrá ostentar ni dentro ni fuera de España, de los cuales el pueblo español, por boca de su representación legal para votar las nuevas normas del Estado, le declara decaído, sin que se pueda reivindicarlos jamás, ni para él, ni para sus sucesores. De todos los bienes, acciones y derechos de su propiedad que se encuentren en territorio nacional, se incautará en su beneficio el Estado, que dispondrá del uso más conveniente que deba darles. Esta sentencia, que aprueban las Cortes Soberanas Constituyentes, después de sancionada por el Gobierno Provisional de la República, será impresa y fijada en todos los Ayuntamientos de España y comunicada a los representantes diplomáticos de todos los países, así como a la Sociedad de Naciones”.
¡¡ Cuadrilla de analfabetos hipócritas !!